Antes de continuar con nuestra labor de diagnosticar y tratar a niños con trastornos del neurodesarrollo y otros problemas de salud mental, quizá este sea 𝘂𝗻 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝙙𝙞𝙖𝙜𝙣𝙤𝙨𝙩𝙞𝙘𝙖𝙧 a toda la cadena de adquisición de materias primas, producción, autorización, distribución y venta de psicofármacos en México. Con frecuencia ignoramos que existe una compleja red que puede colapsar a distintos niveles en cualquier momento, limitando el abasto de medicamentos tanto en los puntos de venta habituales (farmacias, supermercados, 𝘤𝘢𝘭𝘭 𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦𝘳𝘴) como en las farmacias de instituciones públicas o de seguridad social.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en México (𝗖𝗢𝗙𝗘𝗣𝗥𝗜𝗦) informó el día de ayer a través de sus redes sociales que 𝗣𝘀𝗶𝗰𝗼𝗳𝗮𝗿𝗺𝗮 incurrió en incumplimiento de medidas sanitarias y de control de calidad en la producción de sus medicamentos. La dependencia consideró que los medicamentos de esta farmacéutica representaban 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝘁𝗼 𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱 de la población e impidió su distribución. Esto explica el desabasto de medicamentos muy conocidos en México para el tratamiento del #TDAH, tales como Tradea® Tradea LP® y Masennus®; 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗯𝗮𝘀𝘁𝗼 de productos de otras farmacéuticas como Vyvanse®, Wellbutrin® y Ritalin® por solo mencionar a algunos de ellos.
Sin duda, esto representa un duro golpe para la población aquejada de trastornos mentales que sufrirán por la falta de medicamentos. Muchas familias de niños con TDAH tendrán serias dificultades para adquirir medicamentos más costosos (Concerta® o Strattera®) que no han caído en el desabasto.
Ya bastante tenemos con el estigma que pesa sobre la atención a la salud mental de niños y adolescentes, con la escasa o nula derivación por parte de los pediatras y médicos de primer contacto a servicios especializados, con los raquíticos servicios de psiquiatría infantil en las instituciones públicas y con los altos costos de los servicios particulares (inaccesibles para la mayoría de la población).
Los psiquiatras nos estamos enfrentando a un reto que no esperábamos... 𝗻𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗶𝗻 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗶𝗿 ante una sociedad post-pandémica afectada en su salud mental. ¿Quiénes son los responsables de todo esto? ¿la industria farmacéutica? ¿la agencias reguladoras de medicamentos? ¿las políticas gubernamentales?.. La respuesta podría llevarnos tan lejos como a la 𝗴𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗨𝗰𝗿𝗮𝗻𝗶𝗮, y a la vez tan cerca como al 𝗷𝗼𝘃𝗲𝗻 𝗲𝗺𝗽𝗹𝗲𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗮 que no está de humor para surtir una receta para un medicamento controlado, o que nos mira feo como si estuviésemos comprando una droga. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼: 𝗲𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗼𝗽𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗻𝗲𝘂𝗿𝗼𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝗴𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘆 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹. #HablemosDeSaludMental #HablemosDelTDAH #DesabastoPsicofarmacos