27 de agosto de 2024

Síntomas nocturnos de TDAH

 


Muchos pacientes con TDAH padecen síntomas nocturnos. Esto se debe a que la hiperactividad puede estar presente las 24 horas (hiperactividad diurna y nocturna). Los niños tienen dificultades para «apagar motores» e ir a la cama. Con frecuencia se cree que estos niños padecen «insomnio», pero no, es parte del TDAH. En general muchos niños hiperactivos duermen mal y son inquietos aún estando dormidos.

Algunos niños pequeños con TDAH se levantan de la cama en plena madrugada y comienzan a hacer actividades como si fuera de día.

En el caso de adolescentes y adultos con frecuencia su mente sigue trabajando hasta muy tarde y sienten que no pueden dejar de pensar. Su mente simplemente no para.

A pesar de todo esto el DSM-5 en sus criterios diagnósticos, que abarca ¡18 síntomas!, nunca hace mención de un solo síntoma nocturno.

Una mirada positiva sobre la adolescencia


Existe en muchos padres de familia un miedo generalizado a la adolescencia de sus hijos aún cuando estos son pequeños. Esto es más común cuando los niños tienen problemas de conducta. No es raro que niños de 5 o 6 años con TDAH deban ser tratados como si ya fuesen adolescentes en el sentido de tener que negociar con ellos antes que imponer una disciplina desde una posición de autoridad. Esto, lejos de una mala crianza, es una adaptación de los padres al temperamento difícil y al carácter explosivo de muchos de estos niños. Pero hay buenas noticias. La adolescencia también representa una mayor autoconciencia, es desarrollo mental y es madurez.

He conocido muchos casos de niños con problemas de conducta que mejoraron mucho durante la adolescencia. Los niños siempre tienen el desarrollo a su favor.

Necesitamos tener una mirada más positiva sobre la adolescencia.

Recomendaciones para recibir consulta en línea (videoconsulta)


Recibir consulta en línea por primera vez puede representar un desafío para quien suele mostrarse escéptico ante la aplicación de los nuevos recursos tecnológicos en el ejercicio de la medicina. Este escepticismo también limitó, en los pasados años, el acercamiento de muchos médicos a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como herramientas novedosas para ejercer su profesión. Así como ahora resulta impensable excluir al estetoscopio de los instrumentos médicos más comunes, los dispositivos electrónicos con aplicaciones para realizar videollamadas se convertirán en parte del arsenal clínico que necesita un médico para evaluar y dar seguimiento a sus pacientes.

En sus inicios, la atención médica a distancia (telemedicina) estuvo fuertemente motivada por la expectativa de superar las barreras de la ubicación geográfica. Actualmente, la pandemia de COVID-19 ha llevado a que cada vez más profesionales de la salud y sus pacientes utilicen estos recursos tecnológicos para mantener el seguimiento médico sin salir de casa.

Si bien una consulta en línea no pretende reemplazar a una evaluación médica presencial (menos aun cuando la exploración física del paciente o un procedimiento resultan necesarios), las videoconsultas irán ganando terreno en la atención médica de seguimiento. Tras el inicio de la pandemia, cada vez son más las actividades que todos realizamos en línea, y “asistir” con el médico no será en lo absoluto la excepción.

Para recibir atención médica en línea es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones.

  • Busque un lugar tranquilo de su casa, libre de ruidos y bien iluminado, donde pueda estar cómodamente sentado y sin interrupciones. Recuerde que es necesario recrear un ambiente similar al consultorio, donde médico y paciente puedan enfocarse en el proceso de la consulta.
  • Asegúrese de haber comprendido correctamente a través de qué medio, aplicación o plataforma se llevará a cabo la videoconsulta. Tenga siempre un “plan B” por si el plan original falla. También mantenga comunicación con su médico por vías alternas (por ejemplo, chat de WhatsApp) para notificar cualquier contratiempo que se presente a través de la plataforma elegida.
  • En la medida de lo posible evite que otros miembros de la familia estén usando el Internet durante el tiempo de la consulta. Esto podría disminuir la calidad de la recepción y la transmisión del audio y el video.
  • Propóngase estar listo para la videoconsulta diez minutos antes de la hora programada. Esto le dará oportunidad de resolver algún problema técnico que pudiera tener con el Internet, el audio, la cámara del dispositivo, etc.
  • Utilice un dispositivo en el que anteriormente haya realizado videollamadas. Verifique que cuente con suficiente batería (si es posible al 100 %) y de no ser así manténgase cerca de una toma de corriente eléctrica.
  • Es preferible el uso de una computadora (de escritorio o laptop) pues a diferencia de un teléfono celular, la videoconsulta no podrá verse interrumpida por llamadas telefónicas o mensajes de texto. No abra otros programas en la computadora para no saturar la memoria RAM.
  • En caso de que no tenga más opción que usar un celular, manténgalo en un lugar fijo a lo largo de toda la videoconsulta. No lo esté manipulando pues eso puede distraer a su médico.
  • Aunque hoy en día existe una tendencia muy fuerte a colocar el celular en posición vertical, opte por la posición horizontal pues esto permite ampliar el cuadro de visión e incluir a uno o más familiares en la videoconsulta (en caso de ser requeridos).
  • Evite interrupciones. Si hay niños en casa, deje a alguien a cargo para resolver imprevistos. Si esto no es posible elija un día y un horario de su cita en el que sea poco probable que se presenten eventualidades.
  • Relájese, si se presentan algunas fallas recuerde que aún en la consulta presencial no existe la cita perfecta.

11 de agosto de 2024

Un siglo de TDAH

El primer trabajo publicado en la literatura médica acerca de lo que hoy conocemos como TDAH, fue realizado por el muy distinguido pediatra británico George Frederic Still el 12 de abril de 1902. Desde entonces la investigación en torno a esta condición no ha parado y cada vez es más numerosa.

Han transcurrido más de 120 años y todavía nos enteramos de colegas pediatras que afirman que el TDAH no existe (sostienen que más bien los niños están muy «chiqueados» o los tienen muy «consentidos»), nunca realizan el diagnóstico y jamás derivan los casos sospechosos con un psiquiatra infantil. Hay pediatras que nunca en su vida han hecho una sola derivación con el psiquiatra infantil ¿Cuánto tiempo más debemos esperar para que los profesionales que atienden niños reconozcan esta condición? ¿otro siglo?

Recordemos que el TDAH genera gran malestar y sufrimiento no solo al paciente sino a toda su familia, en este sentido sus efectos son muy visibles, pero su reconocimiento por la comunidad médica aún se mantiene en una zona de invisibilidad.







Autismo y antipsiquiatría en el siglo XXI

 No estoy de acuerdo con esta imagen difundida por la Secretaría de Salud Jalisco y el Instituto Jalisciense de Salud Mental. Explico por qué.

El Dr. Thomas Szasz, un antipsiquiatra obstinado, publicó a inicios de la década del sesenta 𝘌𝘭 𝘮𝘪𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭. En esta obra cuestionaba la existencia de las enfermedades mentales. Para este autor, los pacientes con trastornos mentales no padecían en realidad ninguna enfermedad, simplemente pensaban y actuaban de forma distinta. Esta diferencia se relativizaba ante una sociedad tradicional compuesta en su mayoría por personas normales que buscaban imponer su normalidad a todos sus miembros.

Por mucho tiempo, estas ideas representaron un componente importante del pensamiento antipsiquiátrico. Por supuesto, estas ideas no eran compatibles con el hecho de que los pacientes con trastornos mentales fueran diagnosticados por un médico y recibieran un tratamiento farmacológico. Ya se imaginarán el resultado.

Pues bueno, señoras y señores, no cabe duda de que la historia tiene un movimiento pendular, ¡la antipsiquiatría está de vuelta!, ahora proclamada por las mismas instituciones que se dedican al cuidado de la salud mental.

¿Hacia dónde vamos?